lunes, 1 de junio de 2015

Tomar partido

En 2015, alrededor de 30 millones de ciudadanos seremos llamados a votar, y 200 mil autoridades de mesa, aproximadamente, cumplirán un valioso servicio cívico; y será la última elección donde todos los votantes habremos nacido en el siglo XX..., mientras que algunos hijos del sigo XXI ya están militando en movimientos ambientalistas, centros de estudiantes, sindicatos, partidos políticos, entre otros espacios.

Se destaca la elección de la fórmula presidencial, pero no debe olvidarse que, respetando la característica federal de nuestro Estado, también se elegirán varios gobernadores y 130 representantes que renovarán la mitad de la Cámara de Diputados, en proporción a la población de cada jurisdicción. Además, las provincias de Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán elegirán sus tres Senadores Nacionales respectivos hasta 2021. Por otro lado, por primera vez elegiremos 19 parlamentarios del MerCoSur (a distrito Nacional), y 1 por cada distrito: 43 en total.

Es un tiempo propicio para involucrarse, informarse, dialogar, buscar juntos, participar y militar... Tomar partido, canalizar la adhesión o la insatisfacción, colaborar con los comicios.. Banderías políticas aparte, una forma de “militar” por el acto eleccionario, en sí mismo, es postularse voluntariamente como autoridad de mesa, fiscal, etc.

La Dirección Nacional Electoral www.elecciones.gov.ar ofrece información sobre los comicios (padrón, estadísticas oficiales, registro de infractores, etc.), mientras que la Cámara Nacional Electoral www.electoral.gov.ar brinda datos oficiales de la Secretaría Electoral de cada Jurisdicción sobre agrupaciones políticas, plataformas y propuestas (en las que se contienen las definiciones ideológicas y políticas de cada partido), candidatos, financiamiento partidario, etc.

En los últimos años, se ha instalado la costumbre de elegir nuestros representantes, lo que implica las bondades de la estabilidad, la previsibilidad y la seguridad de las instituciones (podrán rotar los jugadores; se mantienen las “reglas de juego”). Un riesgo que conlleva esta indudable ventaja es la de disipar la noción del valor de nuestra democracia, de perder la perspectiva de la conquista alcanzada tras varias amenazas, con mucho esfuerzo... En ese sentido, un desafío de mediano plazo es recrear en los jóvenes el aprecio y la voluntad de participación en un régimen democrático, que para sus ciudadanos conlleva derechos... y deberes (Si gobierna el pueblo, el mismo debe ser el primer beneficiado.. y el primer responsable). ¿Qué horizontes podrían convocar las nuevas energías y los mejores talentos tras tres décadas de democracia?

¿Qué registro de la misma hacen las 2 ó 3 generaciones de argentinos nacidos en democracia? En los primeros años se imponía asegurar las condiciones jurídicas y políticas más elementales; luego fue necesario estabilizar determinadas variables económicas... También se ha recuperado el valor del compromiso social, la participación partidaria, el rol del Estado... ¿Qué discusiones y debates podrían insinuarse a futuro, algo más allá de la coyuntura inmediata? ¿Bajo qué mirada entran los jóvenes en los proyectos de los candidatos?

Se cierra una etapa de 12 años (superando la mentada “década”) de una conducción política singular. Con serenidad, es necesario identificar avances, entre los que podrían mencionarse, a grandes rasgos, las políticas activas por los DD.HH., el impulso a la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia; revalorización de la movilización política; mejores procedimientos en las designaciones en altos cargos judiciales; reforma, unificación y sistematización de normas y códigos; recuperación del empleo y las paritarias; la ampliación de la cobertura de seguridad social; redistribución social y generacional del ingreso (la AUH y el ProgREsAr, aunque faltaría prever legalmente mecanismos de actualización de estas transferencias); el mayor acceso a la educación superior; el fomento a la ciencia y tecnología; el desendeudamiento externo; la coordinación y el afianzamiento regional de América Latina...

También habrá que reconocer atascos, en términos generales: restituir ejemplaridad en la dirigencia; restablecer la confianza en la Justicia, agilizarla, acercarla a la ciudadanía; devolver credibilidad a las estadísticas públicas; combatir la persistente precariedad laboral1; impulsar las economías locales (distribuyendo geográficamente la generación del ingreso); instituir instrumentos de ahorro interno dirigidos a la inversión productiva (circulando recursos y riqueza y creando puestos de trabajo); mejorar nuestro perfil productivo e incorporar más valor agregado a nuestras exportaciones; incorporar con más claridad la cuestión ecológica al debate social y a las decisiones cotidianas; encarar con decisión el crimen social que representa el hambre infantil cotidiano en un país con abundancia de alimentos...

Y, desde luego, será importante identificar las orientaciones y las propuestas por parte de los candidatos en torno a algunos de los temas que deben estar en la agenda pública:

Reforma tributaria: desde algunos cambios “emblemáticos” (revisar exenciones impositivas, como la que gozan los ingresos de los jueces ante el impuesto a las ganancias, o desincentivando ciertos productos o actividades, como el alcohol y el juego), hasta otros más profundos, como los que afectan directamente la riqueza (bienes personales, inmuebles, especialmente, los ociosos) o ingresos extraordinarios (herencias). Revisar los criterios de redistribución en la coparticipación federal de los tributos también es un arduo debate postergado.

Este es un tema del que suele hablarse sin que se aborde por lo complejo y sensible que resulta discutir la riqueza, en un sentido amplio, y, más en particular, la manera en que se genera, se apropia y se grava el excedente económico y la ganancia en la Argentina: ictícola (flotas pesqueras extranjeras depredan nuestros recursos), minera (extrayendo recursos no renovables), petrolífera (con el potencial de Vaca Muerta por delante), agraria (especialmente, la sojera), financiera (incluso para que el sector bancario funcione mejor como servicio a la comunidad), etc.

Finanzas y deuda públicas: ¿se continuará con la actual política de desendeudamiento externo, o se apelará al crédito? De ser así, ¿con qué fin, en qué condiciones, con qué plazos, a qué tasas? Es un punto crítico, que puede afectar generaciones enteras, como ya conocemos tristemente muy bien.

Otro punto del que también tenemos experiencia pasada es la inflación, no desatada, pero sí tenaz, exigiendo la recomposición de salarios, jubilaciones, y otros ingresos fijos, afectando el funcionamiento de la economía, distorsionando las referencias económicas, el valor de ahorros, deudas, etc.

Fomento de la comunicación social: más allá de la desconcentración de algunos medios masivos, falta asegurar las medidas para que el derecho de la sociedad a la información esté garantizado por una mayor variedad de voces, por una distribución más capilar de las posibilidades de expresión.

El transporte sigue siendo un tema pendiente: La recuperación de nuestro transporte público urbano colapsado elevará la calidad de vida cotidiana... y salvará vidas. Además, integrar nuestra economía implica revitalizar nuestra red de transporte, fortaleciendo nuestras industrias naval y ferroviaria (tanto para carga como para pasajeros), así como la infraestructura, especialmente en materia energética (generación y, sobre todo, distribución de energía).

Otro aspecto que suele traer aparejadas consecuencias duraderas es el de la vivienda (núcleos de miseria y hacinamiento en las grandes ciudades, construcciones precarias, saneamiento y cloacas). Deberá seguir trabajándose para regularizar y ordenar situaciones de hecho, atender la situación de los ciudadanos en viviendas de emergencia.

Mejorar el ambiente urbano ayudará a que podamos crecer en una seguridad inclusiva y preventiva (sensibilidad esperable en educadores y personas cercanas a los jóvenes en general), mientras deberán articularse medidas contra las grandes mafias que trafican drogas, armas..., personas ( ! ).

También deberá continuarse con las propuestas para prevenir las adicciones..., sin excluir la aceptada afición a los juegos de azar y el tolerado alcoholismo, el que se registra a edades cada vez más tempranas. Ante diversas situaciones, los Centros Preventivos Locales de Adicciones y las Casas Educativas Terapéuticas plantean criterios que pueden seguir explorándose y potenciándose en los próximos años.

En materia de educación, se requiere profundizar la inclusión educativa, proveyendo una mayor cobertura en educación inicial (desde guarderías de 45 días hasta los jardines de infantes de 5 años), continuando con el camino de difusión científica, tecnológica e informática, la enseñanza de segundas lenguas, peleando contra la repitencia y la deserción adolescente y apostando por la educación de adultos. La capacitación técnica en artes y oficios parece necesaria en numerosos ambientes populares, así como una educación sexual integral. No deben olvidarse los recurrentes conflictos por los salarios docentes, ni el pobre desempeño de nuestros estudiantes en las evaluaciones internacionales.

En relación a la salud, se ha señalado ya que se superponen tres sistemas de salud: el del “hospital público”, el del “sanatorio de la obra social”, el de la “clínica privada”... ¿Cómo acercar información y recursos, ganando en eficiencia? ¿Cómo dar respuestas a tantas postergaciones en materia de salud en varias regiones de nuestro país?

El fenómeno de la concentración demográfica en el área metropolitana del Gran Buenos Aires ( y otros grandes centros urbanos) es una realidad que suele advertirse en varios puntos de los ya mencionados: favorecer la movilidad geográfica y la desconcentración poblacional, ofreciendo incentivos a la misma, asegurando cobertura sanitaria, educacional, cultural, infraestructura de comunicación y transporte en distintas zonas también colaboraría en la solución de otros problemas.

Mientras continúa este agitado año de contiendas electorales, no perdamos de vista que la democracia también se juega en las pequeñas luchas de todas los días, en la medida que todos tratamos de hacer presente la mano tendida, la solidaridad, la inclusión, el compromiso y el empeño en las responsabilidades que cada uno lleva adelante.

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